lunes, 9 de abril de 2007

MÁLAGA ES LA PROVINCIA CON MÁS DENUNCIAS POR NO RESPETAR LOS RÍOS

El asombroso y vertiginoso creicimento de la costa malagueña está teniendo costes ecológicos, lo que a la larga puede traducirse en costes económicos. El principal problema es la invasión de los cauces de ríos y arroyos de la provincia por parte del cemento y el ladrillo. Más de la mitad de la costa de Málaga ya está urbanizada, y parece que este progreso en forma de vivienda no tiene muy cerca su final. Mientras tanto, aumentan las denuncias de colectivos ecologistas por la mala utilización de los cauces de ríos. No es difícil presenciar ejemplos de este fenómeno que, lejos de frenarse desde las instituciones, se está asumiendo con una política de hechos consumados.

Lo peor aún no ha pasado. Es más, está por llegar. Meteorología ha activado la alerta naranja en toda la provincia por fuertes lluvias y, según publica el diario Málaga Hoy, casi un centenar de puntos de la Costa están en peligro de sufrir fuertes riadas e inundaciones. Ya sucedió en noviembre en la capital, cuando las fuertes lluvias hizo crecer el irregular caudal de los arroyos, arrastrando decenas de coches hasta la playa, o en Rincón de la Victoria, donde la riada arrancó árboles, vehículos y puertas e incluso llegaron a producirse corrimientos de tierra.

Según el informe de la Junta de Andalucía que analiza Málaga Hoy, la costa occidental es la que corre menos peligro, mientras que en la oriental -precisamente en el municipio de Rincón de la Victoria- es donde se da el mayor índice de posibilidad de inundaciones en caso de producirse precipitaciones fuertes. El informe concluye alertando de la rapidez del proceso de expansión urbanística, iniciado hace pocas décadas y que ya ha convertido gran parte del suelo costero en cemento, e incide en que la mayoría de las urbanizaciones se hacen sin espacio rústico entre los complejos, de modo que aumenta el riesgo de posibles daños.

Probablemente, esto no hará parar a los promotores urbanísticos ni conseguirá un modelo de construcción más responsable y respetuoso, pero si al final se producen las temidas riadas y éstas conllevan costes en algunos bolsillos, tal vez se replanteen la necesidad de urbanizar teniendo en cuenta el medio que tienen alrededor.

Víctor Martín Fuente: Málaga Hoy