Este era el lema del partido Los Verdes en la campaña de las elecciones municipales del pasado mes de mayo. Y lo cierto es que, sin entrar en partidismos, llevan razón. Pero no se trata de darles el voto a ellos –cada cual es libre de hacer lo que mejor vea con su papeleta, hasta ahí podríamos llegar-, sino de que nosotros, como personas, desarrollemos una “política” lo más “verde” posible. ¿Cómo? Fácil, sencillo y para toda la familia. Mucha gente se pregunta cómo puede contribuir a frenar la destrucción del medioambiente mientras los gobiernos y Estados continúan degradándolo a un ritmo cada vez más rápido. Aunque no lo parezca, en una población finita de 6.500 millones de personas, cada individuo que actúe de forma correcta cuenta como uno más a favor de la preservación ecológica y uno menos en su contra.
¿Cuáles son esas formas de actuar que, como individuos y a la espera de lo que hagan los gobiernos y las políticas estatales que se lleven a cabo, pueden contribuir a un mundo un poco más ecológico? Por ejemplo, el reciclaje. La separación de residuos con vistas al reciclaje es una práctica que, si bien aumenta poco a poco, todavía es minoritaria en nuestro país. O el simple hecho de tirar los papeles a sus respectivos contenedores en lugar de en el suelo, ir fumando en el coche y no tirar la colilla por la ventana, apagar los aparatos electrodomésticos e incluso desenchufarlos para ahorrar energía, usar el agua conscientemente, llenar los depósitos de vehículos con biocombustibles, ya que la opción de tomar el transporte público no está siendo muy bien acogida. Como veis, parecen tonterías, y seguro que no contribuyen en nada si un solo individuo las lleva a cabo. Pero, si sumamos los granitos de arena de cada uno, obtendremos una montaña que, a la vez que suma a favor de la protección medioambiental, resta a los que continúan con su destrucción. Como decía al principio, un mundo verde está en vuestras manos. Y recordad que dos manos más a favor significan dos manos menos en contra. Todos debemos actuar.
martes, 26 de junio de 2007
UN MUNDO VERDE ESTÁ EN TUS MANOS
domingo, 3 de junio de 2007
LA DEBACLE DEL ANDALUCISMO
Estas elecciones han salido de maravilla. Zapatero está contento. Rajoy está contento. Llamazares está contento. Es una gozada ver tanta alegría entre nuestros representantes. Así, con tanta palabrería falsa, no hay manera de ver quién ha ganado las elecciones. El PP en votos, sí, pero el PSOE en concejales. Ah, claro, pero no olvidemos que IU ha obtenido un fuerte ascenso. Vaya lío. Bueno, ya que no podemos dilucidar un ganador, pues busquemos un perdedor. Sí, amigos, el mismo. El que lleva ya varios años sin parar de perder. En efecto, me refiero una vez más al movimiento nacionalista andaluz.
Este nacionalismo fragmentado y dividido vuelve a demostrar una vez más lo erróneo del camino que ha tomado. Cuatro partidos se presentaban ante las urnas. Si tenemos que dividir el 10% del voto andaluz entre cuatro, imaginen ustedes lo complicado que se hace sacar siquiera un escaño, y más en pueblos pequeños donde PA y PSA han rivalizado y ambos se han llevado el fiasco. Para empezar, el Partido Andalucista ya se ha quedado sin representación en la única capital que le quedaba, Sevilla. Por otro lado, no se han cumplido las previsiones que apuntaban de Ildefonso Dell’Olmo entraría en el Ayuntamiento de Málaga, con lo que vemos un panorama en el que no hay ni un solo concejal andalucista en las ocho capitales. Un exitazo. Además, la fundación de Convergencia Andaluza ha supuesto un ligero trasvase de votos en algunos municipios, algo de lo que el amigo Benavides estará orgulloso, pero que no pasa de ser eso, un “rebotado” conocido por el pueblo que recibe los votos de sus seguidores. Poco más.
También el PSA retrocede en casi todas las provincias. Sólo en algunos municipios de Almería ha conseguido un ascenso apreciable, gracias a la labor de sus juventudes que han hecho un trabajo increíble durante la campaña. Pero, lo mismo, poco más. Se quedan sin representación en Vélez-Málaga y se estrellan brutalmente en Jerez. Un fracaso más. Tal vez la nota positiva, aunque no es suficiente ante tanta desolación política y electoral, es el ascenso del Bloque Andaluz de Izquierdas. Por desgracia, el aumento de votos que ha conseguido no se refleja en representación, pues una vez más se ha quedado sin escaños en ningún municipio, si bien estuvieron a punto en la localidad granadina de Huétor-Tájar.
Así las cosas, los líderes políticos andalucistas podrían empezar a plantearse el coger una mesa, sentarse a hablar y volver a unificar un movimiento que a buen seguro tiene más futuro si vamos todos juntos que si tira cada uno por su lado. Pero claro, tener una cota de poder, por mínima que sea, es mucho más atractivo. Aunque eso signifique cargarse toda una ideología.
Este nacionalismo fragmentado y dividido vuelve a demostrar una vez más lo erróneo del camino que ha tomado. Cuatro partidos se presentaban ante las urnas. Si tenemos que dividir el 10% del voto andaluz entre cuatro, imaginen ustedes lo complicado que se hace sacar siquiera un escaño, y más en pueblos pequeños donde PA y PSA han rivalizado y ambos se han llevado el fiasco. Para empezar, el Partido Andalucista ya se ha quedado sin representación en la única capital que le quedaba, Sevilla. Por otro lado, no se han cumplido las previsiones que apuntaban de Ildefonso Dell’Olmo entraría en el Ayuntamiento de Málaga, con lo que vemos un panorama en el que no hay ni un solo concejal andalucista en las ocho capitales. Un exitazo. Además, la fundación de Convergencia Andaluza ha supuesto un ligero trasvase de votos en algunos municipios, algo de lo que el amigo Benavides estará orgulloso, pero que no pasa de ser eso, un “rebotado” conocido por el pueblo que recibe los votos de sus seguidores. Poco más.
También el PSA retrocede en casi todas las provincias. Sólo en algunos municipios de Almería ha conseguido un ascenso apreciable, gracias a la labor de sus juventudes que han hecho un trabajo increíble durante la campaña. Pero, lo mismo, poco más. Se quedan sin representación en Vélez-Málaga y se estrellan brutalmente en Jerez. Un fracaso más. Tal vez la nota positiva, aunque no es suficiente ante tanta desolación política y electoral, es el ascenso del Bloque Andaluz de Izquierdas. Por desgracia, el aumento de votos que ha conseguido no se refleja en representación, pues una vez más se ha quedado sin escaños en ningún municipio, si bien estuvieron a punto en la localidad granadina de Huétor-Tájar.
Así las cosas, los líderes políticos andalucistas podrían empezar a plantearse el coger una mesa, sentarse a hablar y volver a unificar un movimiento que a buen seguro tiene más futuro si vamos todos juntos que si tira cada uno por su lado. Pero claro, tener una cota de poder, por mínima que sea, es mucho más atractivo. Aunque eso signifique cargarse toda una ideología.
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